El anillo de oro que llevaba Claude en su mano izquierda tenía una imagen grabada de Mickey Mouse y el año – 1935 – en el que comenzó a trabajar en los Walt Disney Studios. Coats permaneció en Disney durante 54 años, comenzando como un pintor de decorados en el departamento de animación para más tarde ocupar una posición destacada en WED Enterprises (más tarde Walt Disney Imagineering) donde participó activamente en la construcción de Disneyland, Walt Disney World y Tokio Disneyland.
Claude Coats nació en San Francisco en 1913, y en 1934 obtuvo la licenciatura en bellas artes por la Universidad del Sur de California (originalmente Claude se había matriculado en arquitectura, pero su pasión por el dibujo y la pintura le hicieron cambiar de vocación). Su técnica favorita era la acuarela, y al poco tiempo de graduarse comenzó a exhibir sus obras en la California Watercolor Society. Phil Dike, por aquél entonces un prestigioso pintor que frecuentemente impartía clases de arte a los empleados de los Walt Disney Studios, vio una de las exhibiciones de Claude y le invitó a entrevistarse para el departamento de animación de Disney en los célebres estudios de Hyperion Avenue (hoy día Hyperion es el nombre de la división de publicaciones de Disney, en honor al estudio original).
Coats fue contratado inmediatamente como «background apprentice», aprendiz en el equipo encargado de pintar los decorados para las películas de animación.
Su trabajo no pasó desapercibido, y tampoco su actitud; era un artista imponente (más de 2 metros de altura) pero al mismo tiempo era un hombre tranquilo, bondadoso y amable, e incluso Walt se percató en su espíritu colaborativo y relajado.
Coats, el gigante amable, valoraba el trabajo en equipo, nunca pretendía que su arte destacara por encima del trabajo de los demás, y en los próximos 20 años participó en la creación de decorados para Blancanieves, Pinocho, Dumbo, Fantasía, Cenicienta y Alicia entre otras obras maestras de Disney.
A pesar de haber estado involucrado en prácticamente todos los proyectos de animación de Disney, en 1989 Coats comentó que mirando hacia atrás en el tiempo su trabajo durante aquella época fue mucho más aburrido de lo que haría más tarde en Imagineering.
A medida que se acercaba la fecha para la inauguración de Disneyland, Walt comenzó a involucrar a un número cada vez mayor de artistas del departamento de animación para finalizar el parque a tiempo. Claude Coats fue uno de los elegidos, y su primera misión consistió en fabricar una maqueta a escala para la atracción de Mr. Toad’s Wild Ride basado en un corto animado en el que el propio Coats había trabajado como artista.
Claude marcó el camino para convertir bocetos y dibujos en auténticas aventuras tridimensionales. Su especialidad era tomar bocetos para una atracción, y determinar la mejor forma de ubicar cada uno de los elementos para aprovechar al máximo el escaso espacio disponible. Coats manejaba mejor que nadie la luz, el color y el tono general para transmitir realismo y sentimiento con sus cuadros. Solía decir que la luz era un elemento clave para dirigir la atención de un espectador hacia algo en concreto, ya fuera en un dibujo o en una atracción. Para él, el concepto era el mismo.
Los que trabajaron con él – otros Imagineers de segunda generación como Tony Baxter o Marty Sklar – coinciden en que Coats era un maestro de la percepción espacial y tenía una capacidad única para determinar cómo debía montarse una escena tridimensional para lograr el máximo realismo.
Además de tener una base sólida en las principales técnicas artísticas de la época, Coats también era un innovador y le gustaba experimentar. Por ejemplo, el artista fue pionero en la utilización de pintura fluorescente para iluminar escenas en atracciones oscuras sin necesidad de utilizar fuentes de iluminación artificial como bombillas o luces incandescentes que podrían estropear el efecto de la atracción (este tipo de pintura es muy habitual en «dark rides» como Peter Pan y Blancanieves en el Magic Kingdom).
Walt siempre estaba buscando fórmulas para mejorar atracciones existentes en Disneyland, y una de sus preocupaciones iniciales era que en el Disneyland Railroad (el ferrocarril que rodeaba el parque) no había mucho que ver.
La solución, un espectacular mural del Gran Cañón del Colorado con unas dimensiones nunca antes vistas: 93 metros de ancho por 10 metros de alto. Coats lideró al equipo encargao de pintar este colosal lienzo gigante, en el que se dedicaron más de 4.800 horas hombre y 1.100 litros de pintura.
Coats también participó en las atracciones de Alicia en el País de las Maravillas, así como en los pabellones desarrolladas por Disney para la Exposición Universal de 1964-1965 en Nueva York (específicamente el Carousel of Progress y It’s a Small World). De hecho su trabajo en It’s a Small World resultó ser crucial para su siguiete atracción, Piratas del Caribe, que inicialmente se concibió como un paseo a pie pero más tarde como todos sabemos se convirtió en un recorrido en barco. Poco tiempo después, Coats diseño los decorados más tétricos de Haunted Mansion en contraste con los gags visuales de su compañero y también artista Marc Davis.
Despues de una larga vida profesional estrechamente vinculada a Disney, Coats comenzó a dedicar más y más tiempo a formar futuros Imagineers. Los que tuvieron la suerte de tenerle como mentor alaban su paciencia, su disposición para ayudar a todo el mundo y su capacidad para transmitir entusiasmo a los jóvenes artistas que serían los Imagineers del futuro.
Claude Coats se retiró en Noviembre de 1989, y tan solo 2 años después falleció de cáncer a los 78 años. Después de 54 años dedicados a la construcción de sueños, la vida sin Disney dejó de tener sentido para este genial Imagineer que tenía una habilidad fuera de lo normal para visualizar ideas y convertirlas en realidad. En 1991, poco tiempo antes de su muerte, fue nombrado «Disney Legend». Claude Coats tiene además una ventana dedicada en Main Street USA de Disneyland, y una graciosa lápida conmemorativa en en el cementerio de Haunted Mansion. ¿Se puede pedir más?
Recomendamos echarle un vistazo a la página oficial de Claude Coats, creada por su hijo Alan, donde se pueden comprar láminas basadas en algunas de sus acuarelas.
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