Walt Disney Congelado?
Una de las leyendas urbanas más populares de los últimos 50 años cuenta que el cadáver de Walt Disney, fallecido en 1966 víctima de un cáncer de pulmón, fue congelado y depositado bajo la atracción de Piratas del Caribe en su amada Disneylandia a la espera de que la ciencia encuentre una cura para la enfermedad que terminó con su vida.
La criogenia (o criónica) es una práctica que fue muy debatida por el público durante los años sesenta y que consiste en conservar mediante frío humanos o animales a quienes la medicina actual ya no puede mantener con vida, hasta que su reanimación sea posible en un futuro. Se denomina a este proceso criopreservar.
Actualmente el proceso de congelación no es reversible (nunca lo ha sido) y, por ley, sólo puede llevarse a cabo en humanos después de que se produzca la muerte legal, con la expectativa de que en el futuro los primeros estados de la muerte clínica sean reversibles.
La realidad, sin embargo, apunta a que Walt Disney – el creador de las maravillas de animación y el cerebro detrás de los parques que todos amamos – realmente no está congelado.
Varios investigadores han concluido que el cadáver de Walt Disney fue sometido al proceso contrario, la incineración, el 17 de diciembre de 1966 (dos días después de su muerte), y sus cenizas descansan en el cementerio de Forest Lawn en la ciudad de Los Ángeles, que acoge además a muchas de las estrellas más famosas del mundo del cine y la televisión de la época dorada de Hollywood.
Los que le conocieron personalmente afirman que Walt Disney siempre estuvo obsesionado con la inevitabilidad de su propia muerte, y cuando la suya se produjo (fruto de una enfermedad incurable) el funeral se celebró en secreto y técnicamente la causa de su fallecimiento nunca llegó a hacerse pública. Estas circunstancias alentaron el rumor de que el célebre director, dibujante, productor y visionario había sido mantenido en animación suspendida.
Según revela el autor William Poundstone en su libro «Big Secrets», Walt Disney realmente falleció víctima de un cáncer que se le manifestó en el pulmón izquierdo (se sabe que Walt era un empedernido fumador de cigarrillos en una época en la que no se había establecido una relación directa entre el tabaco y el cáncer de pulmón). Como testigo de la ceremonia de cremación a la que fue sometido el cuerpo de Walt Disney firmó un tal Dean Fluss, embalsamador del cementerio de Forest Lawn.
Hasta la fecha, se calcula que aproximadamente medio centenar de personas han sido congeladas después de su muerte con la esperanza de que en un futuro la ciencia desarrolle una cura para las enfermedades que provocaron su muerte clínica. Parece ser que la primera persona sometida a este proceso de criogenización fue James Bedford, un psicólogo de 73 años residente en Glendale, California, que optó por este proceso de preservación en 1967 — sólo 1 año después de la muerte de Walt.
Todo apunta, por tanto, a que podemos dar como categóricamente falso el rumor que Walt Disney está congelado y aún en el caso de que resultara cierto, parece francamente complicado que un cuerpo humano sometido a este proceso de congelación pudiera ser revivido.
Actualmente la ciencia es incapaz de superar 2 obstáculos fundamentales: por un lado la congelación de un cuerpo humano introduce cristales de hielo en las células que provoca su destrucción irremediable. Y en segundo lugar, cualquier célula que hubiera sobrevivido al proceso de congelación moriría de falta de oxígeno y nutrientes en el momento de ser descongeladas.
La próxima vez que un amigo o familiar te pregunte si ésta leyenda urbana sobre la congelación del cadáver de Walt Disney es cierta o – peor aún – que intente convencerte de que realmente lo es, tendrás información y argumentos claros para rebatir la leyenda…
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