Hace apenas un par de semanas los parques temáticos de Walt Disney World, Universal Studios y Sea World en Orlando (además de Disneylandia en California) anunciaron de forma oficial nuevas medidas de seguridad incluyendo detectores de metales en la entrada de sus instalaciones para proteger a los millones de visitantes que reciben cada año.
Los responsables de seguridad del complejo de Walt Disney World en Florida fueron aún más allá, anunciando que también dejarán de vender pistolas y rifles de juguete, y prohibirán que las personas mayores de 14 años accedan disfrazadas a los parques.
Todavía no sabemos el impacto que puede tener esta medida sobre la fiesta de Mickey’s Not-So-Scary Halloween Party que tiene lugar todos los años en Magic Kingdom y donde uno de los principales alicientes es, precisamente, la posibilidad de acudir disfrazados.
En palabras de Tom Schroeder, portavoz de Disney, al periódico USA Today:
«Continuamente estamos revisando nuestras políticas de seguridad e implementando medidas adicionales. Queremos que nuestros huéspedes se sientan seguros cuando vengan a nuestros parques…»
Por el momento los controles a la entrada de los parques son aleatorios, y solamente algunos visitantes seleccionados al azar deberán pasar por los detectores de metales.
A raíz de la reciente ola de ataques en muchos lugares del mundo (incluyendo la matanza de San Bernardino, California, donde una pareja entró a un recinto en el que se celebraba una fiesta tiroteando a la multitud), Disney no sólo ha adoptado estas medidas sino que también ha incrementado notablemente la presencia de vigilantes en los parques así como el uso de perros especialmente adiestrados para detectar materiales sospechosos.
Las nuevas medidas de seguridad en los parques Disney de Orlando se producen precisamente en el momento de mayor afluencia de público del año (las fiestas navideñas), y en respuesta a una serie de trágicos acontecimientos, por lo que no sabemos si serán medidas definitivas o se irán relajando con el paso del tiempo.