Artículo enviado por Yamila Rambaldi. Si quieres colaborar con el blog envía tu artículo a info@magiadisney.com.
Recientemente Disney desató la polémica al probar un nuevo sistema en los “refillable mugs” (vasos de bebida rellenables) que permitiría detectar si ya se venció su tiempo de uso. Todos los mugs adquiridos en el End-Zone Food Court del All Stars Sports poseen un chip en su parte inferior que permite a las máquinas expendedoras de bebidas comprobar si el mug fue adquirido en la última visita a Disney World. De no ser así, solo expenderán agua y hielo.
Pero, ¿qué son los mugs y para qué sirven exactamente? Los mugs son vasos de plástico con diferentes motivos que permiten a quién los adquiere servirse cualquier bebida de línea Coca-Cola (no hay ningún producto marca Pepsi en Disney World) e incluso café, té y chocolate las veces que uno así lo desee. No pueden usarse para servirse bebidas alcohólicas. Se pueden comprar en los comedores de los hoteles de Disney y en los parques acuáticos. Pese a que, actualmente, los mugs tienen una leyenda que dice que solo sirven durante la duración de la estadía en que fueron adquiridos, esto no siempre fue así.
En mi última visita a Walt Disney World, en 2008, visitamos el Port Orleans Riverside (ex Dixie Landings) y nos sorprendimos al ver a una señora con un hermoso mug con un dibujo del hermano Rabito entre las zarzas. Hablamos con la señora un largo rato y gracias a ella, aprendimos mucho sobre los mugs. Nos contó que en sus primeras visitas a Disney World adquirió algunos que decían “Forever mugs” (mugs para siempre), y que podrían usarse durante la estancia en que se adquirieron e incluso en años venideros.
En 2008, acababan de implementar el diseño unificado de los mugs y a mi familia y a mí no nos agradaban mucho. Todos los hoteles tenían los mismos, (excepto el Coronado Springs que aún vendía los mugs con forma de chop de cerveza y un diseño acorde a la temática del hotel) más alargados y finos que los que habían predominado durante tantos años.
Los parques acuáticos vendían también mugs con forma de chop y con un dibujo diferente al resto, pero tenían un código de barras que solo permitía usarlos el día en que se compraban. Si ibas más de un día al parque acuático y querías usar el tuyo, tenías que comprar un código de barras que habilitaba su uso y que costaba la mitad que un mug.
Actualmente los mugs rondan los 15 dólares más impuestos (el precio equivale a 6 bebidas) y su diseño cambia de año a año. En parte, esta medida se implementó para que la gente no traiga sus mugs de otros años y se sirva bebidas sin pagar. Pero la pregunta es: ¿qué pasa con aquellos que adquirieron “Forever mugs”? ¿No es injusto que no puedan usarlos?
Se alzan voces a favor y en contra de las nuevas medidas. Aquellos en contra alegan que a una empresa como Disney que debe comprar millones de litros de gaseosa no le debe costar nada permitir que las personas lleven sus viejos mugs. Aquellos a favor afirman que si llevas un mug viejo y lo utilizas estás prácticamente robando igual que si te llevaras una gaseosa sin pagar de un quiosco de refrescos.
Más allá de eso, considero un error el haber unificado el diseño de los mugs, ya que era algo que le daba identidad a cada hotel. Atesoro cada mug porque me hace acordar esas comidas tan felices que tuvimos en nuestros hoteles. De hecho, comencé a coleccionarlos, con lo que aprendí un par de cosas sobre los mugs. Hubo una época en que también se vendieron en los parques. Tengo uno del 2001 que compré en Rosie’s All American Café, en lo que era, por entonces, MGM Studios.
También tengo uno de Animal Kingdom y otro de Pizza Planeta. Muchos los conseguimos en ferias, pero quiero contarles cómo conseguimos el mug del 2011. Mi papá estaba yendo a tomar el tren, pero lo perdió y decidió ir caminando hasta la otra estación, solo para matar el tiempo pese a que había otra línea de tren que también lo llevaba a su destino. En la parte de atrás de la estación, entre un montón de basura, vio lo que pensó que era un vaso desechable, ya que estaba todo cubierto por una sustancia rosa, pero después vio que decía “Disney Parks”. No lo podía creer, ¿qué hacía eso ahí? ¿Por qué lo habían tirado así nomás, como si fuera basura? ¡Qué casualidad que pasara por ahí alguien que sabía qué era y que lo iba a guardar con mucho cariño!
Los mugs seguirán estando muchos años más y supongo que, pese a las nuevas medidas, comprarlos aún va a resultar conveniente para el bolsillo. Sin embargo, las nuevas medidas que Disney pretende poner en marcha para algunas personas resultan un tanto ofensivas, ¿ustedes qué opinan?
Yamila Rambaldi
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