Entrada para el Concurso de Relatos de Disney
Enviado por Ana María Romano
Argentina
Enviado por Ana María Romano
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Es el final de nuestro primer día en Disney…
Omar, Malenita y yo nos encontramos sentados en la pequeña vereda que bordea la calle principal de Magic Kingdom (Main Street USA), por donde, en pocos instantes, comenzará a transitar el sensacional desfile de carrozas y luces…
Miles de chicos y familias como nosotros lanzan al aire pelotas y aros de colores que nos han dado para mitigar la ansiedad de la espera. Todavía siento en mi boca el dulce sabor del pastel de zanahoria y la Coca Cola con los que me agasajé hace pocos instantes.
Malena tiene puesto su vestido de princesa. Ese que yo misma le cosí a las apuradas para que pudiera lucirlo hoy. Ella no sabe que anoche no dormí, hasta coserle la última perlita a esa corona que se sujeta pretenciosa a su cabello. Male no sabe. No entiende aún, a sus seis años, el esfuerzo que hicimos con papá para traerla a este mágico lugar… No importa que no sepa. Mejor, que no lo sepa. Es que no importa. Lo único que importa es que a pesar de las horas extras que hice en mi trabajo, y a pesar de todas las veces que me pinché con la aguja mientras cosía su vestido…o aquél simple y cotidiano ritual de ahorrar peso por peso, valió la pena. Solamente por verla envuelta en tules amarillos con una sonrisa que para mí, es mi sol.
Faltan pocos minutos para que empiece el desfile y siento su mano pequeña, calentita apretarse a la mía. Miro el cielo. Lo veo lleno, lleno de estrellas. Lo siento entero, para todos nosotros que estamos esperando. Pienso entonces que ése instante es nuestro. Que el mundo está en este lugar. Que el mundo es esto. Ahora. Que nada hay afuera de esta calle, de esta tibieza, y este olor a sirope dulce en el aire cálido del mes de octubre…
Que no existe nada fuera de esta magia. Siento entonces que Dios nos ha bendecido a los tres. Y le doy gracias. Con los ojos cerrados aprieto fuerte la mano de mi hija y sin poder evitarlo me pongo a llorar como una niña sin vestido de princesa…Esta niña que hoy llora de alegría, porque una vez soñó con éste instante que le pareció imposible.
Male me mira, me pregunta por qué lloro… Pero no hay tiempo para dar explicaciones. Las luces de las carrozas iluminan la calle…Y el desfile comienza. Mañana será otro día.
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1 comentario
Bueno no se si es la pagina del concurso pero dejare mi relato:
De niña mis papas nunca pudieron llevarme a DISNEY pero ahora adulta, He visitado varias veces watl Disney World, pero estas ultimas veces han sido magicas, soy gemela (tengo un cuate)y tengo ademas dos hermanas gemelas una de ellas nunca habia podido ir a DISNEY y siempre le contabamos lo maravilloso que era, su famalia con mucho sacrificio nos acompaño y nos fuimos las tres hermanas con toda nuestra familia y hasta la abuelita nos llevamos, mi hermana quedo sorprendida de lo maravilloso que es estar ahi, me dijo que lo que le contaba no imaginaba que fuera tan hermoso, sus 3 hijos estaban felices de estar ahi, no lo podian creer, cada dia descubrian algo nuevo yo les contaba que comer en el castillo habia sido hermoso, pero que se necesita hacer una reserva, ellos como con sacrificio habian juntado para su viaje ya con plan de comidas incluidas, se les hacia imposible poder desayunar en este hermoso lugar, pero tiene tanta suerte que sin reserva y con su plan de comidas pudieron desayunar con las princesas, mis sobrinas lloraron de emocion, y no se diga cuando vieron el show de Wishes y el vuelo de campanita lloraban emocionadas de nuevo porque decian que era tan hermoso, que no querian que el viaje terminara, tambien sabian que no regresarian jamas, otra sobrina les decia que porque lloraban que no entendia el porque de su llanto, (ella ya habia visitado muchas veces ese parque), finalmente hemos podido regresar ayudandonos con los gastos entre las hermanas para que ninguna se quede sin difrutar de este maravilloso he inigualable lugar, sencillamente HERMOSOOOOOO