Las comparativas son odiosas, pero cuando el otro día escuché en la radio que el parque temático español Port Aventura había inaugurado una nueva montaña rusa basada en una expedición a la cordillera Himalaya, no pude evitar pensar en Expedition Everest; la joya de la corona de Animal Kingdom en Walt Disney World…
Expedition Everest se inauguró en abril de 2006 con el principal objetivo de mantener a los visitantes durante más horas en Animal Kingdom. Se trata de una imponente montaña artificial de 60 metros de altura situada en el área de Asia del parque. Con una ambientación realmente espectacular (más que la atracción en sí, ya que como montaña rusa es relativamente tranquila y carece de inversiones, sacacorchos o loopings) Everest nos introduce en el papel de unos exploradores que viajan hasta las cumbres remotas del Himalaya en busca del mítico abominable hombre de las nieves. Antes de embarcar en el viejo ferrocarril de mercancías que nos llevará a la cima, recorreremos un museo repleto de extraños artefactos que en efecto apuntan a la existencia del misterioso hombre de las nieves. El altísimo nivel de realismo, la atención al detalle y la riqueza de la ambientación que podemos disfrutar en la cola convertirán nuestra espera en una atracción en sí misma.
Durante más de 6 años, el equipo creativo de Disney Imagineering dirigido por el excéntrico Joe Rohde estuvo diseñando cada aspecto de la atracción hasta el más mínimo detalle. Durante este tiempo, miembros del equipo visitaron distintos pueblos del Nepal en varias ocasiones y transportaron hasta Orlando miles de artefactos y antigüedades locales para decorar la atracción y sus zonas colindantes. Más de 900 plantas de bambú, árboles de 10 especies diferentes, 110 tipos de arbustos y una de las figuras animadas más realistas creadas por Disney hasta la fecha son sólo algunos de los alicientes de esta espectacular experiencia. Y precisamente ahí radica el principal atractivo de Everest: la ambientación.
El pasado sábado Port Aventura – un parque de ocio situado a una hora de Barcelona, España – inauguró la montaña rusa más alta y con la caída libre más larga y rápida de Europa. Shambhala mide 76 metros de altura por 1,65 kilómetros de longitud, tiene una caída libre de 78 metros y alcanza una velocidad de 134 kilómetros por hora. A su lado, el monstruoso Dragon Khan – y también Expedition Everest – se queda en nada.
Shambhala es la nueva atracción de Port Aventura y ya es también el gran reclamo de los visitantes. Los más atrevidos harán su primer viaje de leyenda para vivir sensaciones diferentes. Está construida estratégicamente justo detrás del dragón chino, que hasta ahora presidía el parque temático. De hecho, ambas atracciones se complementan, ya que se cruzan hasta en cuatro puntos.
Shambhala está ambientada en un paraíso perdido y recrea una expedición por las montañas del Himalaya. Una tierra mágica conectada con todos los continentes, pero a la vez, aislada del mundo. Port Aventura ha querido reproducir este reino imaginario, inspirado en la cultura y el estilo arquitectónico del Reino de Bhutan, uno de los países más desconocidos del mundo. El recinto pretende perpetuar las expediciones hasta la cordillera del Himalaya. “Nos cautivaron sus leyendas”, ha explicado el director del departamento de desarrollo de Port Aventura, Luís Valencia.
La nueva atracción cuenta con tres trenes, con capacidad para 32 pasajeros cada uno. Podrán funcionar de manera simultánea llegando a transportar a más de 1.000 personas por hora. Además, incorpora un sistema de sujeción innovador que permite más libertad de movimiento para los viajeros.
Parece evidente que la atracción es muy distinta a Expedition Everest de Animal Kingdom, ya que en la nueva atracción de Port Aventura predomina la adrenalina mientras que como es habitual en Disney lo más importante es la exquisita tematización, pero no deja de resultar curioso como ambos parques hayan escogido un tema tan similar para sus atracciones estrella.
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