Cada vez que mencionamos a un conocido personaje de Disney – como Blancanieves, el simpático genio de Aladdin o La Bella y la Bestia –todos los fans de los parques temáticos de Disney (y del universo de Disney en general) pensamos en la imagen de estos personajes creada por los hábiles ilustradores de Disney.
A todos los efectos, por ejemplo, para nosotros Blancanieves es el personaje que creó Walt Disney en 1937 y no el personaje descrito por los Hermanos Grimm en sus cuentos de 1812 (casi 90 años antes de que naciera el propio Walt).
Cuando Walt Disney llegó a California y creó los estudios de animación de Disney, se puede decir que cambió el curso del cine, la animación y toda la industria del entretenimiento. ¿Sabías que Walt Disney fue pionero en la producción de películas sonoras? También fue el primero en crear un largometraje animado, o implementar el proceso Technicolor en una película. Ya en 1928, Mickey Mouse protagonizó un corto increíblemente popular (“Steamboat Willie”) y aunque no fue estrictamente la primera caricatura con sonido, fue la primera con una banda sonora sincronizada en la post-producción donde los efectos de sonido y la música se alinearon a la animación.
Mientras que las películas a color ya habían sido usadas en el cine, Technicolor había llegado con un nuevo proceso de tres colores que Walt Disney utilizó para la sinfonía “Flowers and Trees” de la serie “Silly Symphonies”. Esto permitió una representación más precisa del color, frente al habitual aspecto descolorido antes de la era de Technicolor. Mientras que otros dibujos animados usaban otras técnicas para crear ilusiones de profundidad, la cámara multiplano se convirtió en un estándar en la animación proporcionando una sensación de profundidad a un mundo tradicionalmente plano. Esta técnica se aplicó por primera vez en el corto “The Old Mill” y más tarde en Blancanieves y los Siete Enanitos; el primer largometraje animado de Disney.
A pesar de que la inmensa mayoría de las películas de animación de Disney están basadas en cuentos, fábulas y personajes que ya existían desde hace siglos, la imagen que tenemos en la cabeza no es otra que la versión de Disney.
Sin embargo, lo que uno no siempre tiene en cuenta es que las cosas podrían haber terminado de forma muy distinta y cuando hablamos de las conocidas princesas de Disney u otros célebres personajes de la factoría de animación más conocida del mundo nos podría venir a la mente una imagen muy, muy distinta.
Concebir un personaje animado es un trabajo tedioso y, a pesar de la proliferación de las nuevas tecnologías que han facilitado enormemente el trabajo de los ilustradores, los verdaderos personajes que perduran en el tiempo tienen vida propia y exigen un proceso de animación de autor; el trabajo personal de unos pocos artistas que son capaces de captar y destilar la esencia del personaje que protagonizará la historia de Disney en este caso. El proceso de animación comienza haciendo un modelo o boceto del personaje, y poco a poco se va refinando hasta conseguir transmitir las sensaciones deseadas perfectamente.
Para conseguir la imagen actual que conocemos todos, cada personaje de Disney pasó por numerosas etapas e iteraciones como se puede ver en los bocetos que mostramos a continuación… Maléfica – la villana principal de la Bella Durmiente – comenzó siendo una anciana demacrada similar a la bruja de Blancanieves para después ir tomando la forma que ahora conocemos todos. En cambio, la princesa Jasmine de Aladdin comenzó su existencia con un toque mucho más exótico que su encarnación final.
Os dejamos a continuación una colección de estos bocetos, ¡y no olvides comentarnos en Facebook qué encarnaciones te gustan más!
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