Algunas de las mejores atracciones de los parques Disney – aquellas que nunca pasan de moda y que podríamos repetir una y otra vez sin aburrirnos – frecuentemente son las más clásicas, y de entre todas ellas una de mis favoritas es Walt Disney’s Carousel of Progress en el Magic Kingdom de Orlando.
Los orígenes de este nostálgico recorrido a través del progreso humano (así como su pegadiza banda sonora) pueden trazarse hasta la década de los años cincuenta…
En 1958, el propio Walt Disney y los responsables de marketing de la compañía de energía General Electric barajaron la posibilidad de instalar una nueva zona educativa en Disneyland (California) que sería conocida como “Edison Square” en honor al prolífico inventor americano Thomas Edison.
Esta nueva zona – divertida y educativa al mismo tiempo – sería una extensión residencial de Main Street USA, llegando incluso a figurar en los mapas de Disneyland como una atracción en construcción.
Finalmente Edison Square no fue más que un proyecto que no llegó a construirse, pero en 1959 General Electric sugirió a Disney desarrollar una atracción similar para su pabellón en la Exposición Universal de 1964-65 celebrada en Nueva York (como ya indiqué en este artículo, Disney desarrolló varias atracciones muy innovadoras para esta exposición internacional, y su participación en la feria supuso un antes y un después en la historia de los parques temáticos).
“Progessland”, la tierra del progreso, fue el nombre elegido para el pabellón de la empresa eléctrica en la feria de Nueva York. El pabellón permitiría a los visitantes hacer un recorrido a través de la historia de la electricidad, desde sus inicios hasta la espectacular fusión nuclear con una impactante simulación (curiosamente, un tema que décadas más tarde se repetiría en la atracción “Universe of Energy” de Epcot).
La parte central del pabellón de General Electric consistía en un gran teatro dividido en varias secciones, cada una con capacidad para unos 250 espectadores, que giraba en torno a un escenario central donde se trazaba la evolución de una familia norteamericana desde 1890 hasta el presente.
El show – ideado de principio a fin por Walt Disney – estaba protagonizado por figuras audio-animatronic muy realistas desarrolladas por Disney y la pegadiza canción “There’s a Great Big Beautiful Tomorrow” (“Existe un Gran Bello Mañana” en español) compuesta por los geniales y prolíficos hermanos Richard y Robert Sherman. La atracción tuvo un éxito sin precedentes, y fue visitada por millones de personas durante la exposición universal.
En 1967, después de la Exposición Universal de Nueva York, la atracción (renombrada Carousel of Progress) fue trasladada a Disneyland y más tarde llegó a Walt Disney World en Florida ocupando un lugar destacado en Tomorrowland.
La atracción que podemos visitar a día de hoy en los parques de Orlando dura aproximadamente 20 minutos, y en la última escena hay varios detalles ocultos incluyendo un cascanueces de Mickey Mouse sobre la repisa de la chimenea y un peluche de Mickey que asoma de una caja de regalos bajo el árbol de Navidad.
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1 comentario
Qué bello lugar y qué lindos recuerdos!